
Relato planetario
Janira Ruth Quispe Krásser, 3º ESO A
Prólogo
Sí, era ese.
Ese pequeño e infiltrado planeta del que poco se sabía de quién lo habitaba o de dónde se encontraba, pero… ¿Realmente los rumores eran ciertos?
No se sabía mucho acerca de esa extravagante nueva noticia, todavía no habían destruido ese cuerpo celeste para saber de su origen. El tercero de esa nueva galaxia formada por los residuos de los meteoritos, algo extraño pero interesante.
Lo cierto es que parecía un planeta lleno de vida, aunque fuese en realidad lo contrario. Era redondo y profundo, color burdeos oscuro, con rayas horizontales entre negras y grises, acompañadas de esferas irregulares formando una especie de cadena alrededor de esos mantos de líneas alargadas que cubrían la circunferencia completa.
Su aspecto no causaba mucha impresión a los expertos y a la prensa, pero ¿podría haber vida allí?
Como he nombrado antes, casi nada se sabía aunque cualquier ser humano algo observador se podía fácilmente dar cuenta de un aspecto de ese extraño planeta, un aspecto oculto
Capítulo uno.
1- Extraños residuos
No resulta extraño encontrar meteoritos en las galaxias, pero crear una galaxia con meteoritos es algo singular en algún parecer. Se podría afirmar que no tardó mucho en formarse esa extraña galaxia. Se separaba en forma de serpiente del incalculable universo que nos rodea. En pocos años algo había ocurrido en la bóveda que nos cubre.
Allá por el año 2121 se empezó a deducir que algo andaba mal en el universo, los meteoritos se movían de una extraña forma, como si fuesen grandes bolas de metal atraídos por un inmenso imán. Ley de atracción según la Física.
A principios de esa primavera, concretamente la primera semana, un miércoles cualquiera, una manta de colores brilló por el universo, un momento inmemorable.
Los científicos que investigaron ese instante se apresuraron a dar una explicación seria: una lluvia de meteoroides había pasado cerca de nuestro planeta, formando un manto de cálidos colores en el universo. Eso sí, no se podría ver con claridad en el cielo, solo con algunos particulares telescopios. Y ya se sabe: una imagen se dispersa más rápido que en lo que se acaba el último trozo de pizza, por lo que esa sobrenatural imagen fue popularizada cuestión de minutos y ahí quedó como anécdota.
Transitaron varios días de ese fascinador momento, todo parecía ir medianamente normal; los científicos seguían buscando respuestas, los ciudadanos comentando el actual hecho, los gobiernos intentando remediar problemas que afectan al planeta…
Sin embargo, en la hora del atardecer del 3 de abril del año 2121, pasó algo memorable para el universo: una nueva galaxia creada por meteoritos.
Algo raro de creer, pero extrañamente cierto.